martes, 14 de octubre de 2008






Qué podré hacer para existir después de esto.
Para sobrevivir, cuando todos los que antes fueron niños,
sean sólo huesos, confinados en una jaula de amor ficticio.
Cómo resistir, cuando la desidia los acune con palabras de lluvia tácita,
y yo permanezca vagando por las calles como una niña que no envejece,
o que siempre fue vieja.
Cómo no desaparecer de aquí cuando sólo pueda verlos a través de las rejas.
Armados, con sus sonrisas vacías. Retorciéndose.
Con sus siniestros labios queriendo tocarme.


It wasn´t my revenge, but It was my redemption.


Las rosas de nuestro jardín han empezado a hablarme,
en un dialecto extraño para los hombres.
Es todo lo que necesito…
Palabras rojas de sangre.
Para dibujar en tu alma,
lo que un día quise encender en la mía.


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