jueves, 16 de octubre de 2008





No volveré a pisar tu casa.
Ensucio demasiado.
Revuelvo.
Desarmo.
Hago ruido.
Cosas que nunca han sido ensuciadas,
que nunca han sido revueltas,
que no han sido desarmadas,
las que siempre han estado calladas.

Primero me prohibieron fumar en el salón
y acabé en la ventana,fumandome a la luna.
Después me obligaron a devolverles las cabezas
a las figuritas que con tanto empeño había decapitado.
Luego se bebieron mis sueños en estricto orden cronológico
y me obligaron a utilizar posavasos.

Me gustaba más tu casa cuando no era tan elegante.
Cuando los vendavales podían movernos del todo, mojarnos del todo.

Me gustaba porque podía andar de puntillas
por el techo del tejado, maullando lo que quisiera.

Ahora te molesta el aullido, te molesta la calle.

Y todo lo que quieres es esto: ¡Silencio!



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